A punto estuvo de pasárseme que abril, a fin de cuentas, también había tenía bastantes cosas buenas:
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1. Compré mi entrada el 23 de octubre, justo diez segundos después de que la plataforma online lo permitiese. No descartaría de hecho haber sido la primera en hacerlo. Así que medio año después allí estaba, dejándome la voz frente a Oli Sykes y los suyos y pensando en lo mucho que había merecido la pena haber madrugado aquella mañana de otoño.
2. En nuestra fugaz escapada a la capital aprovechamos también para comer en Naïf (Sandwich & Bar). No sabría decir si fue la necesidad de reponer fuerzas del momento o que la hamburguesa mexicana que pedí llevaba todo cuanto me gusta en esta vida, pero repetiré sin duda en mi próxima visita.
3. Volviendo a hablar de música: ¿dónde estaba yo cuando Grimes lanzó Flesh without Blood? El vídeo, grabado en el peculiar Madonna Inn Resort, es maravilloso; y la canción, muy dificil de olvidar.
4. Últimamente también he hecho ejercicio. Sí, ¡ejercicio! Hace unas semanas desempolvé la vieja bici que tan extensión de mi cuerpo fue en mi infancia y me la traje a Gijón. Es de agradecer que cada vez haya más carriles señalizados por la ciudad, pues no veáis lo bien que me sienta pedalear un rato.
5. Por otro lado, otra cosa que me ha llenado mucho este mes ha sido participar como voluntaria en la última "Operación Kilo" organizada por la Fundación Banco de Alimentos de Asturias, con quienes llevo colaborando desde el pasado año. Recoger 34.505kg de comida en tres días (y que Carrefour doble desinteresadamente esa cantidad) es para que le salte la lagrimita a cualquiera.
6. Por último, contaros que creo que sigo a @petitebrunette desde el día exacto en que llegué a Internet, y de eso hace ya casi diez años. Su blog, thepetitebrunette.com, era, y aún hoy abandonado es, de lo mejor que he leído por la blogosfera moderil. Ahora, en pleno 2016, se ha pasado a las newsletters, y si aún no estáis subscritos a Penny de verdad que no sé a que estáis esperando.
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