(Publiqué este post/reflexión en urbanandtrendy.com hace cosa de un año y es básicamente lo que sigo pensando de todo este mundillo y la razón principal por la que me he mudado aquí)
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Ni estaba muerta, ni estaba de parranda. Sé que ha pasado mucho tiempo
desde la última vez que escribía por aquí, puede que demasiado, pero he
tardado en volver el tiempo que necesitaba. Ni siquiera tengo muy claro
cómo enfocar exactamente lo que quiero decir, pero de lo que estoy
segura es que algo ha cambiado en éstos meses. De hecho, diría que algo
ya llevaba cambiando desde hacía mucho.
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Ahí va: ‘El efecto blogosfera’ me trae de cabeza. Ya lo he dicho. La moda ha cambiado con internet, es innegable, pero todo en exceso es malo, ¿no? Llegué a un punto en el que saturé, me colapsé, me cansé. Me cansé de los copias y pegas, de la escasez de originalidad, del hablar sin saber, de la falsedad por compromiso, de que haya más gente interesada que gente interesante, de lo demasiado influyente y de lo demasiado influenciable.
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No, no he perdido por el camino mi interés por la moda, sea
lo que sea realmente eso. No, no he perdido mi interés por los blogs. Sigo viendo
blogs a diario, blogs que merecen la pena, blogs que realmente me aportan algo,
nuevo, con criterio, con personalidad. También en este tiempo les he abierto
los brazos y quien dice los brazos dice un hueco en favoritos a blogs de
música, de d.i.y, de decoración, de ilustración, de fotografía, de viajes, de vidas..
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Sigo viendo colecciones, ¡claro que las sigo viendo! Me sigo
quedando embobada soñando con que en mi armario cuelga algo de Phillip Lim y admiro el trabajo en los talleres.
Pero, como en todo, también me saturé del afán de la gente por enloquecer con algo que
el resto adora sólo por ‘integrarse’ en lo cool (sea lo que sea realmente esto también).
Autoengaño queridas. A decir que la última colección del señor x es preciosa cuando en verdad de primeras,
reconozlo, pensaste que era una mierda lo llamo yo autoengaño. Y es que en esto,
aunque duela decirlo, en algún momento todas hemos pecado.
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¿Por qué os estoy contando todo esto?
Porque me dí cuenta de que estaba poco a poco convirtiéndome
en la propia víctima de mi punto com. En cierto modo sentía una restricción al
publicar, cuando en verdad, aspiraba a todo lo contrario. Quiero con esta vuelta a las
andadas darle un giro a todo, que este espacio sea más mío que nunca. Mostrar
lo que me gusta, principalmente en cuanto a ‘moda’ pero también en relación a
todo lo demás que tengo en la cabeza, sea cine o la receta del brownie de oreo
que probé ayer y que todos deberíais hacer en casa. Y es que es eso lo que un blog
debería comprender, un reflejo de quien está tras la pantalla, pues ahí está la
esencia de esta plataforma.
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Sé que Urban and Trendy no será el mejor encabezado para
éste cambio. Si os soy sincera, hace bastante -bastante mucho- que dejó de
gustarme este nombre. Pero voy camino del quinto cumpleaños y no deja de representar el
inicio de algo que, con sus más y sus menos, me alegro de que haya formado parte
de mi vida todo este tiempo. Cierro éste, mi post más personal, parafraseando sin embargo a
la genial Miranda Makaroff: “La moda tendría que hacernos libres, no esclavos, o más bien
chachas.. sois unas chachas.. sí sí, con ch de chanel.”
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Bienvenidos a la república independiente de mi blog.
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